Hoy primero de todo hemos cogido uno de los famosos Cable Car, un tranvía antiguo, que sigue funcionando bastante bien. No haremos comparaciones con el recién estrenado en Zaragoza.
Nos hemos bajado en el final de trayecto en Fisherman's Wraft, la zona donde se encuentran los muelles.
Primero hemos visitado Ghirardelli, una antigua fábrica de chocolate que han convertido en un centro comercial de tiendas muy coquetas. Y después, hemos emprendido camino hasta el famoso muelle 39 (pier 39), reconvertido ahora en una zona de ocio, lleno de tiendas de regalos, restaurantes, bares, etc.
Aquí lo típico es comer cangrejo, así que nosotros lo hemos probado, y tenemos que decir que nos hemos chupado los dedos, además estábamos sentados justo mirando al puerto, donde unos minutos antes habíamos estado contemplando a un grupo de leones marinos tomando el sol.
Desde aquí nos hemos ido hasta la torre Coit, construída por una millonaria excéntrica que nombraron primera bombera honorífica de la ciudad por su afición por el cuerpo de bomberos, y desde donde se observan unas vistas aéreas espectaculares.
Paseando por North Beach, cuesta arriba, cuesta abajo, hemos llegado a la calle Lombard, famosa por su pendiente de 27 grados de inclinación y las ocho curvas en un tramo de apenas cien metros. Cuesta bajar la calle sin echar a correr.
Finalmente, como cae cerca de nuestro alojamiento, hemos parado en los centros comerciales de Union Square, y con la excusa del tiempo fresco vamos a hacer alguna compra.
Guapa!!! Se nota que el matrimonio te ha sentado muy bien, y el superviaje también. Besicos,
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